La paciente

Me operé el Julio del 2011. Fui a la Clínica Rinològica porque llegó un punto en el que no podía respirar, me ahogaba. Por las noches no dormía, hacía apneas y tenía que dormir en una postura concreta para no ahogarme. Me levantaba cansada, no rendía.

Yo sabía que tenía que operarme, no podía respirar. La verdad es que después de operarme se me hacía extraño notar como pasaba el aire por la nariz, nunca había pasado de esta manera.

No tenía ningún miedo en concreto. Prefería no escuchar los comentarios de la gente sobre si duele o no. Pienso que cada persona lo vive a su manera.

La única cosa que me preocupaba era el no poder respirar cuando llevara los tapones, ya que yo no sabía respirar por la boca. Pero todo fue rápido y muy bien.

Cuando me quitó los tapones fue una sensación buenísima, de repente notas como entra el aire de golpe.

La verdad es que todo fue muy bien. Ahora pienso, ¡por qué no me lo hice antes!

M.G.T. Mujer de 48 años

El equipo médico

Se trata de un caso típico que mengua mucho la calidad de vida de los pacientes. La MGT no podía respirar. Esto le ocasionaba una mala oxigenación, con lo cual dormía mal, se levantaba cansada y no rendía correctamente. Con la intervención hemos conseguido revertir todo esto.